Morderse la piel de las manos puede ser bueno y malo, al igual que morderse las uñas. Se ha comprobado que los niños que se muerden las uñas, tienen un sistema inmune más desarrollado. Toda la porquería que se meten en la boca favorece la protección frente a ciertas enfermedades. En el caso de la piel, la situación es diferente, ya que el riesgo de producir una herida y que esta se infecte es mayor que con las uñas. Además, un comportamiento compulsivo e incluso obsesivo es perjudicial.
Comentarios