Para no ir muy lejos en el tiempo, tanto el impacto meteórico de Tunguska en 1908 como el de Cheliábinsk en 2013 supusieron un peligro muy concreto para los seres humanos aunque se produjeron a cierta distancia de lugares poblados. En el de Cheliábinsk hubo cerca de un millar de heridos por los efectos de la onda de choque. Para más detalles puedes consultar: http://www.spmn.uji.es/ESP/articulo/Cheliabinsk_AEPECT-21.pdf
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